Tres aspectos de la utilización de
fuentes históricas.
La utilización de fuentes en historia
tiene tres aspectos: primero, como base desde la que se construye el
conocimiento histórico (fundamentación); segundo, como medio por el que se
transita para construir dicho conocimiento (demostración); y tercero, como
límite, en el sentido de que pone una frontera al historiador, impidiéndole que
pueda elucubrar sin argumentos acerca de su tema de investigación
(verificación)
Primer
aspecto
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Segundo
aspecto
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Tercer
aspecto
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Fuentes
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La fundamentación, se refiere a la fuente histórica de la que parte el
investigador. Es el punto prístino de donde surgirá el interés, la idea de
conocer y demostrar tal o cual suceso, tradición, comportamiento o idea que
se quiera investigar. Puede ser un documento escrito, un objeto o un testimonio
oral.
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La demostración, es el trayecto que se sigue en la investigación. No basta
con contar con una base sólida, se necesita desarrollar adecuadamente la
investigación. Entiéndase por adecuadamente, la correcta interpretación de
las fuentes consultadas. Las aseveraciones que se realicen durante la
investigación deben estar sustentadas en la demostración constante.
Esto no significa que se necesiten hacer
cortes intermedios, con el fin de demostrar lo investigado hasta ese momento;
sino que durante la investigación no debe salirse de la correcta
interpretación de las fuentes. La capacidad del investigador para observar,
es decir, su mirada epistemológica, le permitirá verlas desde diferentes
enfoques y con distintas posibilidades de interpretación.
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La verificación, se refiere a que una vez concluida la investigación
histórica deberá ponerse a consideración del lector el lugar exacto de donde
se obtuvieron las fuentes consultadas, esto permitirá contar con la
confiabilidad necesaria y la suficiente certeza de que los resultados son
producto de una investigación seria y científica.
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